sábado, 8 de noviembre de 2014

Claves para entender las protestas 


que han derrocado al presidente 


de Burkina Faso


Centenares de manifestantes recorrieron el pasado jueves las calles de Uagadugú, Burkina Faso/Efe


El pueblo, sobre todo los jóvenes, quiere que cambien las caras de los políticos que gobiernan desde que tienen memoria.
El hasta ahora presidente, Blaise Compaoré, llevaba 27 años en el poder a pesar de que, según la ley, los mandatos pueden durar como máximo 10.
Burkina Faso es uno de los países más pobres del mundo, ocupa el puesto 181 de 187 en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU.
Por María Rodríguez para Desalambre
En la tierra de los hombres íntegros, significado de las palabras Burkina Faso en dos de sus lenguas locales mayoritarias, han rezumado esta semana las voces de muchos burkineses. “Blaise lárgate”, “Artículo 37 intocable”, “Blaise Compaoré es nuestro peor ébola”, gritaban con determinación en las calles de la capital. Exigían la dimisión de su presidente, perpetuado en el poder desde 1987. Trataba de modificar la ley para quedarse, y fracasó. El 31 de octubre las calles celebraban con júbilo su triunfo: Blaise Compaoré anunciaba su dimisión.
Desde que el pasado 21 de octubre el Consejo de ministros, en una reunión extraordinaria, tomara la decisión de que se votaría en el parlamento burkinés un proyecto de ley para modificar la Constitución y, de este modo, el presidente pudiera mantenerse en el poder, los burkineses comenzaron a salir a las calles de Uagadugú, la capital. Primero fueron manifestaciones aisladas y pequeñas barricadas que cortaban las carreteras. El descontento estaba en el aire. El 28 de octubre miles de burkineses salieron, invitados por la oposición, a una jornada de protesta y desobediencia civil.

Perpetuación en el poder: ¿cómo lo hizo?

sábado, 1 de noviembre de 2014

Yo soy Malala”: la niña premio 


Nobel de Paz

Por: 2Orillas
A los 16 años ganó el Nobel por su defensa al derecho de la educación de las mujeres de Pakistán por lo que sufrió un feroz ataque por parte de un grupo talibán que la tuvo al borde de la muerte.
La historia de Malala con sólo 16 años, en pleno Valle de Swat, al noroeste de Pakistán, es una de las tantas tragedias que sintetizan las profundas contradicciones que exhibe el mundo de hoy. Esta es la reseña de su autobiografía, publicada en el 2013 por la periodista Christina Lamb.
Para poder ir a la escuela, la niña paquistaní desafió a una de las milicias más crueles y violentas del mundo, que entre otras barbaries prohíbe la asistencia de las mujeres a clases. Hoy, con 16 años a cuestas, lanza su biografía y se instala como una de las líderes sociopolíticas jóvenes más inspiradoras e influyentes del mundo.
Un criminal ataque de bala en manos de un grupo talibán sorprendió a Malala cuando una mañana se dirigía a su escuela a estudiar; en contra de lo que exige el régimen extremista que prohíbe asistir a la escuela a las mujeres. El hecho generó en Pakistán y en el mundo entero el más feroz efecto boomerang: en vez de víctima Malala se convirtió en una heroína, en un símbolo. El destino quiso que esta niña en vez de vivir una vida como las de su edad, se haya transformado en una verdadera promesa política de futuro para su propia tierra.
Hoy, a los 16 años, además de disertar en los foros internacionales más importantes del mundo, escribió junto a su padre, su gran mentor, Ziauddin Yousafzai, su biografía Yo soy Malala (I am Malala). El libro publicado por una editorial británica apunta a los 61 millones de niños que no pueden estudiar en el mundo entero.
Según la publicación digital norteamericana The Daily Beast, en la provincia de Malala en Pakistán, de los 700 mil niños que no reciben educación, 600 mil son niñas, a quienes se les seguirá negando el derecho a la educación mientras no se les proporcionen los recursos y la seguridad para asistir a clase.
Está claro que para la cultura talibán el lugar de la mujer se reduce a vivir casi ocultas dentro de las casas, a no poder salir solas a la calle, a transitar toda su vida con atuendos que las tapen casi por completo: rostro y cuerpo y a partir de los 18 años, entre otras cosas, a procrear
Entre la gloria y la muerte
El libro de Malala fue escrito en colaboración con la reconocida periodista inglesa Christina Lamb y también se ocupa de las desventuras de un pequeño país como Pakistán, que nació hace 66 años después de una sangrienta escisión religiosa de la India británica.
El libro abunda en la vida de Malala y en cómo llegó a convertirse en una de las mujeres más influyentes de este siglo a pesar de su juventud y de su propia tragedia.
La “estatura internacional” que logró Malala con sus ideas sobrepasó ampliamente su 1,50 metro de estatura real. Parecía un gigante en su último discurso que dio en la ONU hace pocos meses desde la misma tribuna que fue ocupada por los grandes líderes del mundo.
Por las redes la acusan de denigrar la historia del pueblo paquistaní y de recibir a cambio una vida de lujos en Europa. Actualmente la familia Yousafzai vive en la ciudad de Birmingham, Inglaterra, donde concurre Malala a la escuela.


Las cinco cifras sobre pobreza 


infantil de las que se burla el PP


Desde que saltaron las alarmas sobre la gravedad del problema, el PP ha evitado todo tipo de debate apelando a que no se puede hacer “uso político” de ella.
La mención del líder socialista Pedro Sánchez al tema en su intervención durante el debate sobre los Presupuestos Generales del Estado despertó en los diputados del PP mofas y acusaciones de demagogia.
Por Sofía Pérez Mendoza para eldiario.es



Las alarmas llevan sonando mucho tiempo, aunque muchos se empeñan en no escucharlas. Desde que a principios de año el  informe de Save The Children sobre pobreza infantil en Europa puso en la mesa datos muy preocupantes relacionados con la situación de casi un tercio de los niños y las niñas en España, el Partido Popular ha esquivado en no pocas ocasiones cualquier tipo de debate en torno a la cuestión apelando casi siempre al mismo argumento: no se puede hacer uso político de un problema tan grave.
El martes, durante el debate en el Congreso de los Presupuestos Generales del Estado, volvió a ocurrir. Esta vez, la mención al tema que hizo Pedro Sánchez en su discurso generó  un sonado “¡ohhh!” en la bancada popular del hemiciclo, al que le siguieron acusaciones varias de demagogia.
Los indicadores, las cifras, los presupuestos decididos por los Gobiernos retratan la realidad sobre la pobreza infantil más allá de lo que al partido del Gobierno le cueste admitir:
1. Uno de cada tres niños vive bajo el umbral de la pobreza relativa
Aunque la pobreza infantil ya era un problema estructural en España (la cifra no bajaba del 20%), la crisis ha disparado los números hasta extremos dramáticos. Entre 2006 y 2008 la tasa bajó ligeramente hasta situarse en el 26,2%, pero desde 2010 el porcentaje ha aumentado año tras año. Hasta 2014.
Hoy, 2.500.329 niños viven en España en hogares con ingresos por debajo d el umbral de pobreza relativa. O, lo que es lo mismo, un 29,9% de nuestra población infantil, según datos de Eurostat que recoge el informe sobre pobreza infantil de la ONG Save The Children presentado en enero. La cifra trepa hasta 2.826.549 si lo que se mide es el número de menores que están en riesgo de pobreza o exclusión social (33,8%).
Este miércoles, la propia ONG, que ha leído las reacciones de los diputados del PP ante el discurso de Sánchez como una falta de apoyo en la lucha contra la pobreza de los menores, ha enviado una carta al portavoz del Grupo Popular en el Congreso en la que manifiesta su preocupación ante la ausencia de reconocimiento político del problema en España.

Adhesión del Partido Humanista a 

la Campaña Stop TTIP



El Partido Humanista adhiere a la Campaña Stop TTIP. Coincide plenamente con el análisis de los probables riesgos derivados del Tratado que, en nombre de la lógica de los negocios y sus beneficios, intenta forzar vínculos legislativos e institucionales que deberían proteger nuestra salud y el medio ambiente, a costa de nuestro futuro. Aún más alarmante es la forma en que estos tratados se llevan a cabo (es decir, en total secreto), como si se tratara de un asunto privado y no del dominio público.
El Partido Humanista denuncia, desde hace mucho tiempo, la evidencia de la presión de los grupos económicos a los que se les hace cada vez más fácil, incluso dentro de la Comunidad Económica Europea, el influir en las decisiones políticas y económicas a favor de sus propios beneficios. El Partido Humanista en este momento histórico reafirma más que nunca la importancia del “bien común” sobre lo privado, así como la importancia de hacer política al servicio del progreso de todos y para todos. Por último, considera que es fundamental contrarrestar esta falsa democracia al servicio de los poderosos a través de la revitalización de la democracia real, verdadera expresión de la voluntad de todos los ciudadanos, cuyo interés es la construcción de un futuro plenamente humano.


TTIP, un monstruo de muchas 


cabezas

En los últimos meses han ido saliendo a la luz pública las negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea para la firma de un Tratado de Libre Comercio, llamado TTIP por sus siglas en inglés. Estas negociaciones, que oficialmente se iniciaron hace un año y que se están llevando a cabo con total secretismo, aspiran a reducir aranceles comerciales y equiparar a la baja regulaciones técnicas. Especialmente lo segundo, ya que las tasas aduaneras son ya reducidas (5,2% en la UE y 3,5% en EEUU) y no justifican un nuevo tratado. La propia Comisión Europea deja bien a las claras el objetivo real: “No son las tasas que se pagan en las aduanas los mayores obstáculos para el comercio, sino las normativas internas transfronterizas, las que protegen la seguridad y el medio ambiente [...] El objetivo de este acuerdo es reducir en beneficio de las corporaciones los costes y los retrasos que no son necesarios”.
Este enunciado ya indica que el TTIP supone una nueva (y enorme) vuelta de tuerca a la regresión que se nos impone bajo el pretexto de la crisis económica. Veamos los detalles.
Problemas
El acuerdo incluirá una cláusula que permitirá a las multinacionales demandar a los estados cuyos gobiernos aprueben leyes que afecten a sus beneficios económicos presentes o futuros. Así, las multinacionales podrán exigir a los estados donde inviertan compensaciones millonarias ante cortes de arbitraje, contra las que no cabe recurso y a los que no podrán contradecir los tribunales de los estados. No hay más que leer las palabras de Juan Fernández Armesto, uno de esos “árbitros”: “Nunca deja de sorprenderme que estados soberanos hayan aceptado el arbitraje de inversiones [...] A tres particulares se les concede el poder de revisar, sin ningún tipo de restricción o procedimiento de apelación, todas las acciones del gobierno, todas las decisiones de los tribunales y todas las leyes y reglamentos que emanan del parlamento”. Y, por si fuera poco, este mecanismo supone también un lucrativo negocio para las empresas de arbitraje, a las que los estados destinarán millones de euros de las personas contribuyentes.
Para la sociedad civil, relegada totalmente al margen de las negociaciones –en el Estado español queda descartada una consulta ciudadana, tras el rechazo en el Congreso de los Diputados a la propuesta de IU el pasado 6 de mayo–, el TTIP supondrá mayores bajadas de salarios, más desempleo, privatización de servicios públicos, degradación ambiental, menos seguridad alimentaria, etc. ¿En qué se fundamentan estos vaticinios? En unos estándares de EEUU más bajos que los de la UE en cuanto a regulación laboral, sanitaria, etc.

Foto-reportaje por la No-Violencia



La no violencia es una metodología de acción de los movimientos sociales en su lucha política, que consiste en una lucha activa, valerosa y digna, que renuncia a recurrir a la violencia física, política, económica, cultural, psicológica y social para resolver los conflictos, para levantar ideas, para manifestarse, para alcanzar sus justas reivindicaciones sociales.

Este 2014 tenemos que lamentar los conflictos bélicos internos en Ucrania, en Siria, en Libia, en Afganistán, en Sudán del Sur, en Yemen, en Mali, en África Central, en el norte de Irak. Denunciamos los Bombardeos Norteamericanos en Irak, Siria y Afganistán con víctimas civiles incluidos niños, y la desproporcionada ofensiva militar Israelí en su conflicto con Hamas en Gaza con miles de muertes de civiles Palestinos, incluidos niños.
Además, las tensiones preocupantes entre Estados Unidos y Rusia, lo mismo entre China, Japón y Norcorea, marcan un año en que los conflictos van en una escalada alarmante, con miles de muertes y millones de familias desplazadas de sus territorios.

Frente a este escenario de horror, cientos de miles de ciudadanos consientes (en especial jóvenes) en distintas latitudes rechazan públicamente este estado de cosas, manifestándose en marchas y denuncias en redes sociales.

También destacamos hoy a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien condenó en la ONU las intervenciones bélicas de Estados Unidos y. dijo que “en ninguna de esas intervenciones militares hemos ido hacia la paz”.y que El uso desproporcionado de la fuerza no puede eliminar las causas profundas de los conflictos”
Por otra parte, rescatamos los importantes avances en las negociaciones en La Habana, entre el Gobierno Colombiano y las FARC, que pueden poner fin a este conflicto de más de 50 años de lucha fratricida.

Y en nuestro país, abogamos por detener a tiempo el escalamiento de los conflictos, que aún están en un nivel mucho menor que los descritos en otros lugares del mundo, pero que si no tienen un tratamiento real, yendo a la raíz, dando respuesta a las justas reivindicaciones del Pueblo Mapuche y la apertura de reales oportunidades para el futuro de las nuevas generaciones, pueden ir en una dirección que luego resulte inmanejable. Alertamos y exigimos que se resuelvan positivamente ¡ahora!

¿Y qué sentido tiene nuestra acción y nuestra denuncia pública, ignorada por los medios masivos de comunicación?
¿Qué sentido tiene nuestro compromiso con los derechos humanos, si hoy los poderosos los siguen pisoteando en distintas latitudes del planeta?
¿Qué valor tiene nuestra incansable lucha por la dignidad y libertad del Ser Humano, en un momento histórico en que la violencia y el antihumanismo se enseñorea en nuestro mundo?
Al respecto afirmamos, que nuestra acción tiene sentido, porque nace desde nuestras mejores y profundas aspiraciones. Porque nuestra persistente voz les señala a los violentos poderosos, que no tienen asegurado el futuro. Porque tenemos una fe inconmovible en el Ser Humano, en su rehabilitación y evolución futura. Porque aunque pisoteen todos nuestros derechos, siempre nos queda el derecho a rebelarnos y a reivindicar la Lucha No violenta.