EUROPEAS 2014
La
única salida: la no violencia activa
Europa,
el mundo y el ser humano concreto se encuentran ante dos opciones: o
se dejan arrastrar por el nihilismo, la no acción y finalmente la
violencia; o apuestan por una dirección revolucionaria cuya
metodología de acción sea la no violencia activa.
Tan
erróneo es creer que con la violencia es posible cambiar el sistema
social en que vivimos dando lugar a algo interesante para la gente y
en especial para los sectores más oprimidos; como sostener que desde
ese sistema, violento en esencia, derivarán mundos mejores. Lo que
estamos viendo es, por el contrario, que el sistema se endurece, que
los mandatarios quieren poner orden en el caos que ellos mismos
generan (más policía, leyes restrictivas, criminalización de la
protesta, menos derechos) y presionan a las poblaciones buscando
precisamente la respuesta reactiva, que justifique la violencia.
La
violencia es el avasallamiento de la intención y la libertad
humanas. El Partido Humanista rechaza todas las formas de violencia,
física, económica, racial, religiosa, sexual e ideológica, merced
a las cuales se ha trabado el progreso humano. Toda forma de
discriminación manifiesta o larvada es un motivo de denuncia para
los humanistas
La
no violencia es activa. Va más allá de la resistencia y el
pacifismo para labrar los caminos hacia un mundo nuevo. La no
violencia es una actitud verdadera y valiente, que no teme enfrentar
la violencia porque otorga sentido a la acción y defiende la
libertad frente a la opresión y el sentido de la vida, frente a la
resignación, la complicidad y el absurdo.
Esta
metodología impulsa una profunda transformación de las condiciones
sociales que generan sufrimiento y violencia sobre los seres humanos.
Promueve acciones concretas a fin de crear conciencia del problema de
la violencia, de sus verdaderas raíces, de sus diferentes formas de
manifestación, a la vez que impulsa acciones ejemplares que tiendan
a erradicar las prácticas violentas de la faz de la Tierra. Algunas
de sus herramientas principales de acción personal y social son: el
rechazo, vacío y no-colaboración con las prácticas violentas; la
denuncia de todos los hechos de discriminación y violencia; la
desobediencia civil frente a la violencia institucionalizada; la
organización y movilización social en base al trabajo voluntario.
El
progreso de la humanidad, necesita eliminar la violenta apropiación
animal de unos seres humanos por otros. Cuando esto ocurra, se pasará
de la prehistoria a una plena historia humana. Entre tanto, no se
puede partir de otro valor central que el del ser humano pleno en sus
realizaciones y en su libertad. Por ello los humanistas proclaman:
“Nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de
otro”.
Y
la no-violencia organizada, unida y movilizada constituye la única
fuerza capaz de modificar la dirección violenta e inhumana de los
peligrosos acontecimientos en el mundo actual.