viernes, 27 de diciembre de 2013

El Partido Humanista rechaza la reforma de la ley del aborto propuesta por el Gobierno

Defiende la libertad de opción y denuncia la violencia que se manifiesta en la acción de despojar de intención y de libertad al ser humano o a conjuntos humanos, en este caso a las mujeres


El Partido Humanista rechaza el  texto que ha presentado el Gobierno del PP como anteproyecto de ley que denomina “de protección de los derechos del concebido y de la mujer embarazada”, y considera que es una nueva concesión a la ultraderecha y un ataque a la libertad y los derechos de las mujeres.
El proyecto solo recoge dos supuestos legales para poder abortar: el embarazo fruto de violación –hasta 12 semanas- y el grave peligro para la salud, física y síquica, de la mujer gestante –hasta 22 semanas-. En éste último está subsumido el supuesto de malformación del feto, que también deberá afectar gravemente a la salud de la mujer para ser legal, por lo que se convierte en un supuesto de doble condicionamiento y de doble prueba.
De este modo la penalización del aborto es más grave que en los supuestos de la ley de 1985. Todos los procedimientos para llegar a la práctica efectiva de la intervención aparecen adornados de un protocolo complicado, lento, burocrático, con tiempos de espera y reflexión muy amplios y mediatizados por voluntades e informes ajenos y externos a la mujer, tanto de técnicos como de personas que la tutelan.
Las características de esta propuesta de ley han sido anunciadas en los medios de comunicación desencadenando reacciones en amplios sectores de la sociedad, en especial entre las organizaciones de mujeres. El colectivo de profesionales que realizan las interrupciones voluntarias del embarazo ha desmontado, uno a uno, los cínicos e inconsistentes argumentos esgrimidos por los defensores de la propuesta de Ruíz Gallardón. Y han advertido que más del 90% de las mujeres que han interrumpido voluntariamente su embarazo en nuestro país estarán abocadas viajar a otro país para abortar o a someterse a un aborto clandestino. Esta  circunstancia pondrá en riesgo su salud y su vida -por cierto, cabe señalar que con la actual ley, los abortos no han aumentado, sino todo lo contrario- .
Son  las mujeres quienes deben decidir sobre su cuerpo
El Partido Humanista defiende la libertad de opción y denuncia la violencia que se manifiesta en la acción de despojar de intención y de libertad a las mujeres. Son  las mujeres quienes deben decidir sobre su cuerpo y su futuro de acuerdo a sus creencias. Aquellas que decidan abortar han de ser apoyadas, garantizándose que pueden hacerlo libremente, con el aval de la ley, de forma gratuita y en los servicios de salud públicos. También las que decidan llevar adelante su embarazo deberían contar con el respaldo de las instituciones y con recursos económicos y sociales, independientemente de su condición y de su orientación ideológica, religiosa, sexual o social –cosa, que no se está cumpliendo-.
Además del derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo, se debe garantizar el acceso a una educación sexual y reproductiva desde la infancia y a medios anticonceptivos sin restricciones.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Europa precisa de humanismo


Aporte de amigos de los PH de España, Italia y Portugal sobre los derechos humanos.
Los Partidos Humanistas de Europa nos sumamos a la celebración del 65º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el día de hoy.

Los PH recalcamos el papel ineludible que la Declaración Uviversal de los Derechos humanos tienen en la promoción de la libertad
humana y de la igualdad de derechos y oportunidades en todo el mundo, tanto por medio de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) como por la influencia ejercida sobre las legislaciones nacionales de numerosos países, como es el caso de Portugal, Italia o España* ensus respectivas constituciones. Por otro lado, la DUDDHH inspiró la acción de numerosas organizaciones no gubernamentales, como es el caso del PH, y de individuos progresistas en todo el mundo, siendo uno de los pilares del desarrollo humano en estos últimos seis decenios.
convirtiéndolos en servicios empresariales a disposición del que los pueda pagar.
actualmente en curso en todo el planeta y en los últimos años con especial aceleración en
Europa.

Por ello, es con perplejidad que los humanistas nos encontramos hoy ante el retroceso de su protección en muchas partes del mundo, incluyendo Europa. Hoy, la universalidad de los derechos humanos es cuestionada no solamente en aquellos países menos democráticos, sino también por los que eran sus mayores defensores: en efecto, la guerra al terrorismo y las políticas de seguridad permiten la tortura, el trato cruel, inhumano y degradante, además de la violación de la privacidad de todas las personas;  los derechos humanos sirven de pretexto para intervenciones armadas y ocupaciones militares; el control de la migración legitima políticas segregacionistas y la creación de campos de concentración continentales y estatales, como los (CIEs de Italia o España*), negando la ayuda a los que se refugian de la miseria; los derechos económicos, sociales y culturales están siendo cuestionados y restringidos por efecto de la globalización y de la recesión económica, al mismo tiempo que se hacen planes para privatizar, total o parcialmente, la salud, la educación y la seguridad social,
Ante esta situación, los humanistas sentimos la necesidad de recuperar los valores atemporales de libertad, de justicia y de fraternidad que inspiran los derechos humanos y rechazamos el discurso economicista que encubre el proceso de concentración de poder y de la riqueza

sábado, 7 de diciembre de 2013

Nelson Mandela, un héroe contemporáneo


Una vida larguísima y excepcional, comenzada en 1918 como hijo de un jefe de tribu, que pasó por el African National Congress, la clandestinidad, el proceso y la condena, los 27 años pasados en prisión en Robben Island y luego la liberación, la presidencia de su país y el Nobel de la Paz.
Y sobretodo el abandono de la lucha armada en nombre de una opción no-violenta y el “milagro” de la reconciliación en un país lacerado por decenios de brutal opresión racial. Sudáfrica ha mostrado al mundo como se puede salir de una dictadura feroz sin procesos estilo Nuremberg, venganzas y baños de sangre, pero también sin olvidar para poder llegar a una amnistía general. La Comisión para la Verdad y la Reconciliación, conducida por el arzobispo y también Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu, fue una de las grandes obras de Mandela inmediatamente después de terminar con el  apartheid. Este valiente experimento se basó en el concepto africano de “ubuntu” o la conciencia de pertenecer a un conjunto más vasto y de tener que evitar todo aquello que pueda atentar contra la armonía  – la rabia, el resentimiento, la sed de venganza.