miércoles, 12 de marzo de 2014

La propiedad de los medios de producción

El siglo XIX se caracterizó por la lucha y adquisición de derechos individuales frente al poder absoluto y despótico de las monarquías europeas. En el siglo XX se avanzó en la conquista de alguno de los derechos sociales (sindicalización de la fuerza de trabajo, educación y salud gratuita, vacaciones pagas, previsión social, etc.) El siglo actual, será escenario de una de las contiendas más tenaces a llevar a cabo, nos referimos al achique de las profundas diferencias socio-económicas entre los que más tienen y los que no tienen nada. A modo de impúdico ejemplo solo diremos que el 1% de la población más rica acapara casi la mitad de la riqueza mundial.

La raíz de la insondable concentración que se da en estos tiempos, tiene como origen básico la propiedad de los medios de producción que luego generará novedosamente el capital financiero especulativo.

Veamos que sostenían algunos de los pensadores que fueron cimentando las dos miradas sobre la propiedad. O esta es privada o es del Estado.

viernes, 7 de marzo de 2014

El Partido Humanista celebra 30 años de historia


En las elecciones europeas celebradas en junio del 2009, el Partido Humanista centró su mensaje en la denuncia del grave peligro que suponía para Europa y el mundo la proliferación de armas nucleares. Iniciamos aquella campaña electoral manifestándonos frente a la puerta del CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Madrid para denunciar el trato inhumano que se otorga a los inmigrantes en nuestro país; y la cerramos entregando un bocadillo de chorizo al gobernador del Banco de España, gesto simbólico con el que denunciábamos a la banca usurera. 

Pero por aquel entonces, con la crisis económica en pleno despegue, la insistencia en destacar la necesidad de un desarme nuclear nos hacía parecer un anacronismo, casi como si hubiéramos vuelto a esos años 80 en los que el PH participó en las manifestaciones y marchas anti OTAN. No era así, por supuesto, porque en aquella campaña lo que estábamos denunciando eran algunos de los temas que siempre han estado en el discurso y la acción de los humanistas desde la fundación del partido en marzo 1984.

Hoy, con el fantasma de la guerra sobrevolando de nuevo Europa y la crisis de este sistema evidenciándose para todos, cumplimos 30 años. Es un buen momento para recordar que ya en 1993 el Documento Humanista exponía las bases de la acción política del PH centradas en la democracia real (“Pero a medida que ha transcurrido el tiempo se ha visto claramente que existe un primer acto mediante el cual muchos eligen a pocos y un segundo acto en el que estos pocos traicionan a los muchos, representando a intereses ajenos al mandato recibido”); la denuncia del capital especulativo (“El gran capital ya ha agotado la etapa de economía de mercado y comienza a disciplinar a la sociedad para afrontar el caos que él mismo ha producido. (…) Por otra parte, millones de trabajadores ya han cobrado conciencia tanto de las irrealidades del centralismo estatista, cuanto de la falsedades de la democracia capitalista. Y así ocurre que los obreros se alzan contra sus cúpulas gremiales corruptas, del mismo modo que los pueblos cuestionan a los partidos y los gobiernos. (…)

Ucrania: los muertos incómodos


Nadie sabe quienes fueron los misteriosos francotiradores que dispararon primero a los manifestantes y luego a los policías que enfrentaban a estos manifestantes, en pleno centro de la capital ucraniana, hace sólo unos días. Lo más probable, es que nunca lo sabremos. Balazos certeros, profesionales…en la cabeza y en el cuello. La mayoría de las victimas fueron civiles jóvenes y ancianos, policías rasos; personas que directamente no participaban en los enfrentamientos.
Alguien necesitaba incendiar el país. Igual que sus francotiradores, él tenía nombre (seguramente varios), recursos, garantías de anonimato y ahora ve por televisión las desgarradoras escenas de la despedida a los caídos y tal vez sonríe.
Cuando en los próximos días la primavera derretirá las nieves en los bosques aledaños a Kiev, seguramente reaparecerán varios de los más de 300 desaparecidos.
Sabemos que a pesar de tantas promesas de justicia, cada vez más patéticas y
repetitivas, nadie pagará. O si se hará un nuevo show llamado justicia, los que pagarán no serán los verdaderos responsables.
Siempre creímos que derrotar al mal gobierno de Yanukovich era un derecho justo y el deber del pueblo ucraniano. También advertimos que la legitima rebelión civil desde sus inicios fue manipulada, utilizada y al final encabezada por grupos de extrema derecha que supieron aprovechar el vacío social generado por falta de una izquierda de verdad. Los partidos Comunista y Socialista de Ucrania no se cuentan: fueron cómplices del régimen.
Con la misma convicción podemos afirmar que los monstruos y payasos que disputan ahora el poder, una vez más, no representan en lo más mínimo los intereses y las necesidades del pueblo ucraniano.
Lo que ocurre ahora en Ucrania, sin duda, no es una revolución. Tampoco es un golpe de estado de ultraderecha, como insisten algunas voces de izquierda.